miércoles, 25 de junio de 2008

¿QUÉ ES UNA ESTRATEGIA DIDÁCTICA?

En la actualidad, es común que los docentes utilicen conceptos, tales como: técnica, método, actividad y estrategia como sinónimos. En este sentido, reconocemos que existe una confusión en el uso indiscriminado de los términos, como quizá también en la repercusión de éstos en la tarea pedagógica. Esta repercusión se extiende no sólo en el ámbito docente sino también en el ámbito del aprendizaje.


Al respecto C. Monereo y sus colaboradores (1995), citado en el módulo: métodos y técnicas de enseñanza de la Dra. Elizabeth Molina señalan que: una técnica es una sucesión ordenada de acciones que se dirigen a un fin concreto, conocido que conduce a unos resultados precisos; con respecto al método sugiere que el método no sólo supone una sucesión de acciones ordenadas, sino que estas acciones se consideran procedimientos más o menos complejas denominadas técnicas.


La estrategia, por su parte consiste en proyectar, ordenar y dirigir algo...de allí que técnicas y métodos son suseptibles de formar parte de una estrategia,por lo cual la estrategia se considera como una guía de las acciones que hay que seguir y son siempre concientes e intencionales, dirigidas a un objetivo relacionado con el aprrendizaje como un todo.

De acuerdo a lo anterior ¿qué implican cada uno de estos términos en el quehacer docente?

¿cómo explicaría usted lo que es una estrategia didáctica?

domingo, 30 de marzo de 2008

PARADIGMA DE EVALUACIÓN COMPRENSIVISTA O ALTERNATIVO













EVALUACIÓN
¿Ayuda para el aprendizaje o castigo?
El paradigma Alternativo o Comprensivista consiste en comprender procesos más que en medir resultados. Para ello no utiliza métodos estadísticos. No se basa en verificación de hipótesis. Utiliza más bien principios de la etnografía y atiende a la ecología de aula, su contexto. Desde este paradigma, la evaluación se considera un recurso, una ayuda para el aprendizaje, donde se toma en cuenta los significados que los alumnos otorgan al proceso de aprendizaje, sus expectativas, intereses, necesidades, actitudes, estilos de aprendizaje y su peculiar manera de interactuar con sus pares, con el docente y con su entorno.
Desde esta perspectiva, se privilegia una evaluación que no se atiene a un producto final; en consecuencia, toda acción que despunte en procesos de reflexión, toma de decisiones libres, elaboración de proyectos, socialización, reconstrucción, emancipación, práctica de valores, experimentación, análisis, interpretación, entre otras que ofrezcan al alumno la oportunidad de cambio y al docente la recolección de evidencias, son consideradas por este paradigma de la evaluación.
Por otro lado, el criterio del docente, al momento de evaluar desde este paradigma, debe ser muy amplio (de cierta forma se le imprime un carácter deliberativo). Debe poseer apertura de enfoque en la manera de recoger los datos. Debe considerar a los alumnos al momento de establecer los criterios de evaluación y negociarlos con ellos, considerando también la complejidad de las variables que pueden estar en juego y las diferencias individuales. Debe ofrecer al alumno la oportunidad de coevaluar y autoevaluar sus errores, limitaciones y aciertos para aplicar las estrategias que crea conveniente, y a él mismo la oportunidad de autoevaluar su práctica, lo cual sólo será posible en la medida que las correcciones sean realizadas y las pruebas, trabajos, otros, devueltos de manera oportuna (realimentación).